Es conveniente realizar un tratamiento adecuado, siempre individualizando cada caso.
Generalmente se suele comenzar con un tratamiento conservador, en cuyo primer escalón se encontrarían la toma de antiinflamatorios, la aplicación de hielo local y el reposo, podría recomendarse la utilización de una banda de inmovilización elástica en el brazo; en caso de que no se apreciara mejora podría infiltrarse la articulación con corticoides (2), mejorando en la mayoría de los casos la clínica de los pacientes. Recientemente se está usando el plasma rico en plaquetas (PrP) para el tratamiento de la epicondilitis, que consigue mejoras significativas en el dolor, la función y la calidad de vida de los pacientes (3).
Si el tratamiento conservador no diera resultados después de un tiempo razonable (unos 6 a 12 meses), convendría pensar en el tratamiento quirúrgico. Éste consistiría en eliminar calcificaciones y tejidos desvitalizados de la articulación, volviendo a insertar los músculos que se encargan de la flexión del codo de nuevo en su sitio (2) .