El tratamiento inicial indicado suele ser conservador (3) , que consiste en la toma de antiinflamatorios, modificación de las actividades diarias que favorezcan el atrapamiento del nervio o incluso la inmovilización nocturna del brazo en extensión con una férula (1).
En caso de que los síntomas condicionen la calidad de vida del paciente o que el tratamiento conservador no fuera suficiente, estaría indicado el tratamiento quirúrgico, que consiste en descomprimir el nervio liberándolo de las estructuras que lo presionen (1) , bien de forma endoscópica o bien mediante cirugía abierta (3) .
Es importante recalcar que el tratamiento debe ser siempre individualizado, dependiendo de las condiciones de cada paciente.